lunes, 31 de agosto de 2020

Diálogo de Sordos - Cuando creemos tener la razón

 

El contacto directo y la escucha activa

La base actitudinal requerida por parte de los gobernantes y funcionarios públicos para desarrollar en la ciudadanía el deseo de participar en la vida pública, se fundamenta desde el punto de vista humano, técnico y administrativo, no solo en una investigación previa y permanente sobre las necesidades reales de los gobernados y la satisfacción de las mismas sino, especialmente, en el contacto directo con los ciudadanos y  en la escucha activa. Esta última puede ser definida en política como una  de las mejores técnicas o estrategias de comunicación para la resolución de conflictos, inquietudes y demandas, toda vez que supone no solo una actitud respetuosa del receptor (el gobernante y los funcionarios) a escuchar las necesidades, inquietudes, sugerencias y demandas de los emisores (gobernados y ciudadanía en general), sino, también, el deseo real de validar de cara al emisor, aparte del contenido explícito, el contenido implícito del mensaje que se le está trasmitiendo, preguntándole directamente, por ejemplo: “lo que usted me quiere decir es…lo que usted esta diciendo es…si le entiendo bien, lo que usted me esta tratando de dar a entender es…sin quedarse en lo dicho, auscultando,he interpretando los argumentos, ideas, pensamientos y sentimientos que subyacen en lo expresando por el ciudadano.

Tomando en consideración lo anterior, lo primero que habría que advertir es que no obstante el frecuente contacto formal y directo entre gobernantes, funcionarios y ciudadanos, la escucha activa en la vida pública es bastante escasa, ya que la mayor parte de las veces los funcionarios pero también los ciudadanos, al entrar a dialogar entre ellos, suelen concentrarse cada uno en sus propias razones, ya para justificar las diferentes posiciones o los distintos enfoques, de porque esto o aquello, sin entrar a analizar y a valorar a profundizar los argumentos de la contra parte, entablándose así un dialogo de sordos, pues cada una de las partes, desde orillas opuestas, cree tener la razón. Actitud comprensible de cierta manera en los ciudadanos, por su desconocimiento, la mayor parte de las veces, de la dinámica de los asuntos públicos, pero, inaceptable e inconcebible, en el caso de los funcionarios públicos, por estar llamados estos últimos a estar al servicio de la ciudadanía y en el deber de incentivar la participación ciudadana. 

Llegados a este punto habría que preguntarse: ¿a qué se debe esa falta de escucha activa por parte de los gobernantes y sus equipos de gobierno y demás funcionarios, creyendo tener casi siempre la razón? Aunque la respuesta podría dar lugar a muchas interpretaciones, habría que decir que la más de las veces es debido a que el gobernante o el funcionario, al estar revestido de autoridad suele confundir el análisis racional de un asunto con la autoridad de sus argumentos como gobernante. Es decir, cree tener siempre la razón. Esto se debe en parte a que desde el poder se manejan un discurso ideológico y político de autoridad autor referente: solo se puede hacer aquello que esta permitido por la ley y fundamentado en un plan de gobierno, pero también a una  cierta soberbia y falta de empatía y voluntad de servicio del funcionario para analizar si el ciudadano tiene razón en lo que demanda, y si sus requerimientos están siendo desatendidos o pueden ser atendido por otra dependencia de la administración. 

Esta actitud mental y de servicio respecto de la propia forma de ejercer la autoridad, vuelve reacio al funcionario frente a las demandas de la ciudadanía y mucho más aun frente a cualquier crítica constructiva o comentario que vaya en contra del plan de gobierno o del ejercicio de sus funciones, considerando que cualquier opinión en este sentido es un desafío a su autoridad y su poder. De donde se deduce que por incompetencia comunicativa y dialéctica del funcionario (calidades para ejercer el cargo) se niegan mucha veces a escuchar razones, por validas que sean, olvidándose de que la esencia de la democracia se fundamenta en la libertad de pensamiento y expresión, en la confrontación de ideas e intereses, y se ejerce y fortalece en el análisis y en el dialogo constructivo de los ciudadanos con sus gobernantes y no solo en los debates que se dan al interior de los cuerpos colegiados, en los que, dicho sea de paso, muchas veces no solo se niega la participación ciudadana sino que además se la burla, cuando después de que los ciudadanos dan a conocer sus puntos de vista en los debates, por lo general en unos espacios muy reducidos de tiempo, sus ideas ni siquiera son tenidas en consideración. Es decir, sin escucha activa no hay comunicación ni posibilidad alguna de que los ciudadanos se animen a participar en la vida pública, así el gobernante y sus funcionarios o los cuerpos colegiados “abran espacios de participación ciudadana.”

La necesidad de ser asertivos y propositivos

Dado que la constitución y la ley actúan como el marco legal dentro del cual se deben dar razonablemente las deliberaciones sobre las posibles soluciones a cualquier inquietud, demanda o conflicto de interés público al interior de un Estado. Es necesario recordar que este marco legal esta sujeto a interpretación y es susceptible de ser mejorado con el tiempo. Por lo tanto, lo más inteligente siempre frente a una demanda ciudadana es tratar de ser propositivos en todo momento y lo más asertivos en la interpretación de lo que podríamos llamar el espíritu de la ley, con mentalidad abierta a los procesos de cambio, toda ves que no solo las leyes, el conocimiento y las costumbres cambian con el paso del tiempo, sino, también, porque no se puede dar siempre una misma respuesta frente a circunstancias cambiantes por similares que sean…y si el marco legal se convierte en una traba para que la sociedad siga avanzando quizás sea el momento de introducir cambios, ya que la ley se hizo para el hombre y no el hombre para la ley.

En Conclusión, muchos ciudadanos no participan en la vida pública porque consideran que no son escuchados ni tratados con el debido respeto y la debida consideración por parte de los gobernantes y los funcionarios, de tal forma que nunca será suficiente con crear mecanismos formales de participación ciudadana para socializar los asuntos públicos, si del lado del poder, quienes gobiernan y ejercen funciones públicas, en vez de escuchar, se empeñan en creer que ellos siempre tienen la razón y se enfocan esencialmente a justificar sus actos, apoyados muchas veces en interpretaciones amañadas de la ley y de sus funciones.

 Luis Javier Gómez Vélez

 

lunes, 14 de mayo de 2018

Banco Mundial


Conformado por 189 países miembros; con personal de más de 170 países, y oficinas en más de 130 lugares, el Grupo Banco Mundial es una asociación mundial única, conformada por las siguientes instituciones:   

  • Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento - BIRF
  • La Asociación Internacional de Fomento - AIF
  • La Corporación Financiera Internacional - IFC
  • El Organismo Multilateral de Garantías de Inversiones - MIGA
  • El Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones - CIADI
Misión

  • Poner fin a la pobreza extrema.
Reducir al 3% el porcentaje de las personas que viven con menos de USD 1,90 al día enel mundo a mas tardar en 2030.

  • Promover la prosperidad compartida.

Promover el aumento de los ingresos del 40% más pobre de la población en todos los países.


  • Respaldar el programa mundial de desarrollo sostenible.



Un solo Banco Mundial

Si bien las cinco instituciones que conforman el Grupo Banco Mundial tienen sus propios países miembros, órganos directivos y convenios constitutivos, todas ellas trabajan al unísono de manera complementaria para conectar los recursos financieros internacionales con las necesidades del sector público y el sector privado de los países en desarrollo y así poder brindar servicios a sus países clientes. Los desafíos de desarrollo actuales solo se pueden encarar con la participación del sector privado. Pero el sector público sienta las bases para facilitar la inversión del sector privado y permitirle a este prosperar.  

Colaboración con los gobiernos

El BIRF y la AIF conforman el Banco Mundial, el que proporciona financiamiento, asesoría sobre políticas y asistencia técnica a los Gobiernos de los países en desarrollo. La AIF se concentra en los países más pobres del mundo, en tanto que el BIRF otorga asistencia a los países de ingreso mediano y los países pobres que tienen capacidad crediticia.

Colaboración con el Sector Privado

La IFC, el MIGA y el CIADI se concentran en el fortalecimiento del sector privado en los países en desarrollo. A través de estas instituciones, el Grupo Banco Mundial proporciona financiamiento, asistencia técnica, seguros contra riesgos políticos y mecanismos de solución de diferencias a las empresas privadas, incluidas las instituciones financieras.

A la fecha presta asistencia técnica por por USD 45.900 millones en 12.000. proyectos.


Fuentes: 
http://www.bancomundial.org/es/who-we-are - Página Principal
http://www.projects.bancomundial.org/ - Proyectos y operacioes para el desarrollo 
http://pubdocs.worldbank.org/en/955491486569811917/2017001700SPAspa001-HIGH-RESOLUTION.pdf - Archivos abiertos.




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